Las humedades por condensación son un problema común en muchas viviendas de alquiler, especialmente en climas fríos o húmedos. Estas humedades no solo afectan la estética de la casa, sino que también pueden tener un impacto negativo en la salud de los habitantes. Como arrendatario, aunque no eres el propietario del inmueble, puedes tomar varias medidas para prevenirlas y mantener tu hogar confortable. ¡A continuación te damos algunos consejos!
1. Ventilación adecuada
La ventilación es clave para evitar que la humedad se acumule en el interior. Abre las ventanas al menos 10-15 minutos al día, especialmente después de cocinar, ducharte o secar ropa en el interior. Si tu vivienda tiene extractor en la cocina o el baño, úsalo regularmente para eliminar el exceso de humedad.
2. Controla la temperatura interior
Las diferencias de temperatura entre las habitaciones pueden propiciar la condensación. Mantén una temperatura constante en tu vivienda, idealmente entre 18°C y 21°C. Utilizar un termostato programable te puede ayudar a conseguirlo.
3. Evita secar ropa en el interior
Secar la ropa dentro de casa es una de las principales causas de humedad por condensación. Si no puedes evitarlo, intenta hacerlo cerca de una ventana abierta o con un deshumidificador para reducir la humedad que se genera.
4. Usa un deshumidificador
Los deshumidificadores son una herramienta útil para mantener la humedad relativa en niveles recomendados (entre 40% y 60%). Hay opciones portátiles y económicas que pueden ser ideales para pisos de alquiler.
5. Revisa las ventanas y paredes
Comprueba que las ventanas cierren correctamente y no tengan filtraciones de aire. Si observas zonas frías o con moho, informa al propietario para que tome las medidas necesarias, como mejorar el aislamiento o reparar los sellos.
6. Coloca muebles a distancia de las paredes
Si los muebles están muy pegados a las paredes exteriores, pueden favorecer la acumulación de humedad en esas áreas. Deja al menos unos centímetros de espacio para permitir la circulación del aire.
7. Invierte en soluciones temporales si es necesario
Como inquilino, puedes optar por soluciones temporales, como pinturas antihumedad, burletes para las ventanas o cortinas térmicas. Estas medidas son asequibles y pueden ayudarte a minimizar el problema mientras resides en la vivienda.
8. Educa a todos los habitantes de la casa
Es importante que todos los miembros del hogar sigan estas prácticas. Por ejemplo, recordar cerrar la puerta del baño al ducharse para evitar que el vapor se extienda o ventilar después de cocinar.
Prevenir las humedades por condensación en un piso de alquiler es posible con hábitos simples y algunas herramientas. Como arrendatario, puedes hacer mucho para mantener tu vivienda saludable y libre de humedad, y colaborar con el propietario para solucionar problemas mayores. Así, disfrutarás de un espacio más cómodo y agradable para vivir.